La ventaja de vivir en una gran ciudad como es Berlín es la infinidad de posibilidades que te ofrece a todos los niveles. Una de ellas ha sido elegir el hospital para dar a luz a mi bebé: Charité Berlin Mitte, uno de los más grandes de Europa.
Aunque vivimos en el barrio de Friedrichshain y tenemos otros hospitales más cerca, escogimos éste por dos motivos: su buena fama (numerosos médicos y científicos célebres trabajaron allí) y por contar con una unidad de cuidados intensivos para neonatos (Kinderklinik, en alemán).

Durante el embarazo, los futuros papás tienen la posibilidad de acudir a una tarde de puertas abiertas donde los centros hospitalarios ofrecen toda la información referente al parto y a la estancia en el hospital. En nuestro caso, no fue posible debido a las restricciones a causa del Coronavirus. No obstante, compartieron el contenido de las charlas informativas en sus páginas web.
Una vez que los futuros padres hayan escogido el hospital, es recomendable “pedir cita” para el parto. Es lo que se conoce como “Geburt anmelden” y se realiza sobre la semana 32-33 de embarazo. En esta cita, el personal sanitario se informará detalladamente sobre el transcurso del embarazo, la fecha probable de parto y examinará la ecografía morfológica (Feindiagnostik, en alemán) para descarta o prever complicaciones en el parto. Además de la ecografía morfológica, será necesario presentar también la cartilla de embarazo (Mutterpass, en alemán). La futura mamá rellenará la hoja de inscripción con todos sus datos y los de su pareja o acompañante.
Aunque únicamente hay una probabilidad de un 5% de que el parto se desencadene en la fecha prevista, Lucía vino al mundo exactamente su fecha probable de parto por lo que no fallamos cuando el día de “pedir cita para el parto” aseguramos que acudiríamos el 7 de julio de 2021. Y así lo hicimos. Con puntualidad alemana. Siguiendo las normas :p Fuera bromas, la razón principal por la que se informa al hospital sobre la FPP es para que puedan calcular aproximadamente cuándo pueden contar contigo y con tu futuro bebé. No obstante, si obvias el paso de la inscripción al parto, igualmente te atenderán.
Durante el embarazo, estuve buscando opiniones sobre este hospital berlinés y, aunque, nuestra decisión era bastante firme, las recesiones que encontré en la web eran muy negativas. Me inquietaba un poco pensar que el día más importante de mi vida iba a fallar por la “poca amabilidad” con las que algunos usuarios describían sobre el personal sanitario de Charité. En cambio, nuestra experiencia fue excelente: instalaciones cuidadas y grandes profesionales. Además, al tratarse de un hospital universitario, gran parte de su personal son estudiantes jóvenes con una gran vocación, muy motivados, profesionales y con mucha empatía con los pacientes.
Nunca olvidaré a las dos estudiantes que entraron en la sala de parto pocos minutos antes de que Lucía naciera. Sinceramente, en ese momento yo no estaba con la mejor actitud para conocer a alguien nuevo aunque di lo mejor de mi entre contracción y contracción para intentar ser lo más amable posible. Estas dos chicas en prácticas de matrona junto con las otras dos no cesaron en darme muy cariñosamente palabras de ánimo, alentándome a empujar un poquito más, ayudándome de una forma muy dulce a traer al mundo a mi hija. Además, tanto en el expulsivo como después del parto, nos explicaron cada paso que realizaban tanto a mí como a Lucía. Incluso le hicieron la primera fotografía y nos regalaron una postal de recuerdo. Un mes después, en mi primera cita con el ginecólogo tras el post parto, leí que en la cartilla de embarazo una de ellas había escrito “puedes estar muy orgullosa de ti misma, lo has hecho genial”.
Asimismo mi ginecóloga, en la revisión post parto, examinó la zona perineal y alabó el trabajo que habían realizado las matronas.
Durante la estancia en el hospital, el personal sanitario fue muy atento: diferentes especialistas entraban a la habitación a revisar al bebé y a la mamá, otros a darnos charlas sobre el postparto o darnos consejos sobre la lactancia.

En Charité Berlin Mitte es posible realizar la declaración de nacimiento (Geburtsanzeige, en alemán), documento previo al acta oficial de nacimiento, sin necesidad de acudir expresamente al registro civil (Standesamt, en alemán)de turno.
Este tema es para mí, el único aspecto negativo de haber dado a luz allí ya que el registro civil que corresponde a este hospital es el del centro de Berlín, conocido por la demora en enviar el acta de nacimiento (Geburtsurkunde, en alemán). Este retraso que, en ocasiones supera las 12 semanas, supone un problema para los padres a la hora de realizar la burocracia post parto ya que sin la partida de nacimiento del bebé ni se puede recibir el subsidio por hijos (Kindergeld, en alemán), ni el subsidio parental (Elterngeld, en alemán), ni puede recibir su tarjeta sanitaria ni tener su propia documentación de identidad (pasaporte, DNI). Nosotros todavía estamos esperando, desde principios de julio, a recibir la partida de nacimiento de Lucía. Crítica al registro civil del centro de Berlín y no al hospital, por supuesto.
Así que si estás embarazada, vives en Berlín y estás pensando dónde dar a luz a tu bebé, el hospital Charité de Berlín Mitte es una muy buena opción! Suerte 🙂