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La primera vez que escuché el término hipnoparto me vino a la cabeza un péndulo moviéndose de izquierda a derecha frente a mi cara en plena sala de partos. Pero la hipnosis que hemos visto en diferentes espectáculos televisivos está muy lejos de lo que ciertamente se basa esta terapia muy empleada, sobre todo, en los países anglosajones. De hecho, incluso miembros de la Familia Real británica como Kate Middleton, Duquesa de Cambridge, o Meghan Markle, Duquesa de Sussex, han confirmado que optaron por el hipnoparto para dar a luz a sus bebés.

Imagen: Unsplash

El hipnoparto es la aplicación de la hipnosis durante el parto con el fin de ayudar a la mujeres a afrontar el dolor consiguiendo así una experiencia lo más positiva posible en un momento tan trascendental como es el nacimiento de un hijo/a. La hipnosis es un estado de relajación profunda. No se trata de estar en trance ni dormido, es similar a soñar despierto o concentrarse como cuando leemos un libro, miramos fijamente el fuego, cuando realizamos alguna actividad casi automáticamente (andar de casa al trabajo, por ejemplo) y cuando nos estamos despertando o adormeciendo.

Esta técnica se basa en el método Mongan (por Marie Mongan, autora del libro “Hypnobirthing: the Morgan Method Book”) en el que afirma que el hipnoparto es un proceso para transitar el parto y que comienza antes de las primeras contracciones.

En el embarazo, y más concretamente, en las clases de preparación al parto en Alemania (en este artículo tenéis más información sobre ello),la mujer y su acompañante se empiezan a preparar para el nacimiento de su bebé. En este momento es importante tener un conocimiento de la propia personalidad y forma de ser de la mamá, este autoconocimiento proporciona las herramientas necesarias para afrontar situaciones difíciles y tensas. Dichas claves cambian la forma negativa de ver el embarazo y el parto, llevando a cabo un análisis sobre el escenario del parto y de las situaciones que provocan tenerle miedo.

Imagen: Unsplash

Y es que la realidad es que hemos adquirido ese miedo al parto de nuestras generaciones anteriores, llegando al embarazo con la firme creencia de que parir es sufrir. Pero no nos desplacemos tampoco hacia el otro extremo porque el hipnoparto no promete quitar el dolor. De hecho, no lo va a hacer. Pero esta terapia pretende resignificar el dolor, haciendo entender a la mujer que ese dolor no va a dañarla, y eso disminuirá la sensación de sufrimiento e incrementará la aceptación al dolor y la tolerancia al mismo.

Si nos paramos a pensar cuando tenemos dolor, tensamos todos los músculos y lo que provocamos con eso es tener más dolor todavía. Con el hipnoparto, como la mujer está más calmada genera más oxitocina y el parto avanza mejor que si estuviese con miedo, con los músculos contraídos pues estaría segregando adrenalina.

  • Herramientas para el hipnoparto

1.- Pensamiento: experimentamos en el cuerpo aquello que pensamos en nuestra mente. Por tanto, la clave es aprender a poner pensamientos positivos en la mente que proporcionen un estado de calma y que favorecerá los procesos fisiológicos/corporales como es un parto.

De este modo, ya durante el embarazo, se comienzan a reemplazar algunos términos como parto por alumbramiento, feto por bebé, dolor por sensaciones. Se usa un lenguaje positivo que invoque a la calma. La meditación y el control de la respiración son claves en este proceso.

2.- Cuerpo: aprender a gestionar la atención que prestamos en nuestro interior y al exterior. Se usan visualizaciones y relajaciones.

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3.- Relación con el entorno: saber pedir ayuda a las personas que nos acompañen y atiendan en el parto. De hecho, el acompañante ejerce de pilar y deberá estar igualmente preparado para saber combinar las técnicas y ejercicios de relajación que ayuden a la mujer (entrenamiento de la respiración), masajes suaves, uso del lenguaje positivo, etc.

No obstante, el hipnoparto ofrece también herramientas para afrontar con calma y seguridad un parto sola, sin pareja o acompañante. Al final, el bebé sólo necesita a la mamá para nacer.

Esta técnica está dirigida a todas las mujeres: las que tienen miedo al parto y las que no. El hipnoparto promete reemplazar ese miedo y ansiedad por seguridad y confianza para conseguir así una experiencia de parto positiva.

Los expertos aseguran que el hipnoparto es compatible con partos naturales e instrumentalizaos e incluso con cesáreas. Tampoco excluye el uso de la epidural.

  • Escasa evidencia científica

Para la OMS (Organización Mundial de la Salud), el uso de técnicas de relajación para el parto es recomendable pero remarca la escasa evidencia científica. No existe ninguna prueba que avale al hipnoparto como alivian del dolor pero algunos estudios aislados lo relacionan con partos más cortos.

Si bien es cierto y como vimos en esta entrada de blog sobre el uso de la medicina natural en el parto en Alemania o en esta otra, sobre los diferentes medicamentos que proporcionan los hospitales alemanes durante el proceso de parto, es fundamental estar informados para afrontar el alumbramiento del bebé de la forma más consciente posible y si es con calma, como hemos visto, mucho mejor.