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Con el resultado positivo del test de embarazo en las manos, aparte de saltar, gritar, quedarte en shock o llorar (entre otras reacciones) te preguntas seguramente cuáles son los pasos a seguir a partir de ese momento. Cuándo llamar al ginecólogo y cuáles serán las pruebas médicas que conformarán el seguimiento de tu embarazo en Alemania. Vamos a verlas!

Nada más conocer tu estado de buena esperanza es recomendable llamar a tu ginecólogo (Frauenarzt, en alemán) e informarle sobre tu embarazo. Te preguntarán por la fecha de tu última regla para calcular aproximadamente en qué semana de gestación te encuentras.

Primera ecografía después del positivo

– Primer trimestre

El ginecólogo te citará por primera vez sobre la semana 7-8 de gestación, y no con anterioridad, porque la fecundación es tan reciente que no se percibe prácticamente nada y puede dar lugar a dudas y preocupaciones en la embarazada.

En esta primera cita, el médico realizará una ecografía transvaginal para detectar el latido del corazón del embrión y comprobar que el saco vitelino se encuentra en la posición correcta, descartando un embarazo anembrionario o un embarazo fuera del útero (embarazo ectópico) que no se consideraría viable.

Además, se confirmará la edad gestacional y si se trata de un embarazo único o múltiple. También se comunicará la fecha probable de parto (Entbindungstermin, en alemán): un cálculo que el médico realizará tomando el primer día de la última menstruación como día 1 de embarazo. 

Esta fecha probable de parto podrá variar a lo largo del embarazo según las medidas del feto.

Una vez confirmado el embarazo, se realizarán a la embarazada pruebas de orina y sangre para detectar/descartar posibles infecciones y otras enfermedades como VIH, Hepatitis B, Sífilis o Toxoplasmosis entre otras. Los resultados se dan a conocer en la siguiente cita ginecológica.

En la semana 10-12 de embarazo se realizará el Triple Screening del primer trimestre. La ecografía se hará por vía transvaginal o ya en el vientre si la mujer es de complexión delgada. Se comunicarán las medidas del feto y el latido del corazón. También se le entregará a la mujer su cartilla de embarazada (Mutterpass, en alemán) donde se recogerán todas las pruebas tanto del ginecólogo como de la matrona durante el embarazo.

Imagen: Photoholgic, Unsplash

El ginecólogo informará a la embarazada de la posibilidad de realizarse el Test Harmony. Se trata de una prueba no invasiva basada en un análisis de sangre para detectar o descartar posibles anomalías cromosómicas en el feto: Síndrome de Down (trisomía 21), Síndrome de Edwards (trisomía 18) y Síndrome de Patau (trisomía 13).

Los valores se comparan con otros factores como la edad de la madre, raza, peso y antecedentes familiares y se determina un porcentaje de probabilidad de que existan o no estas anomalías en el feto. Si el riesgo es alto, se le propone a la mamá la realización de una amniocentesis: un test invasivo que consiste en tomar una prueba del líquido amniótico para analizar las células fetales.

El Test Harmony es opcional, los costes se asumen por cuenta propia en Alemania y ascienden a unos 229€. Esta prueba se realiza entre las semanas 11-14 de gestación y también desvelará el sexo del bebé, si es el deseo de los futuros padres.

  • Segundo trimestre

Ya con los malestares característicos del primer trimestre práctica-o totalmente superados, la mujer embarazada será citada en otras 4 ocasiones durante este período.

Imagen: Dragos Gontariu, Unsplash

Sobre la semana 14 -15, la embarazada acudirá a un control donde se realizarán pruebas de orina, la pesarán y le informarán sobre la posibilidad de vacunarle de la gripe en caso de que el embarazo se esté produciendo en invierno. La vacuna es opcional.

Un mes después, en la semana 19-20 de embarazo se realiza el Triple-Screening del segundo trimestre donde se desvelará, probablemente el sexo del bebé, de no haberse realizado el Test Harmony. En esta cita ginecológica, se medirán los huesos del feto para comprobar la edad gestacional y que todo se esté desarrollando con normalidad.

Entre las semanas 21-23 de embarazo se realiza una de las pruebas ginecológicas más importantes del embarazo: la ecografía morfológica (Feindiagnostik, en alemán). Esta prueba se realiza, normalmente, en un centro especializado que cuenta con ecógrafos más avanzados tecnológicamente que los encontrados en una consulta ginecológica. Se examinan cada órgano y extremidad del feto, descartándose labio leporino u otras deformaciones o anomalías. 

En la semana 25 de embarazo tiene lugar el Test O’Sullivan, comúnmente conocido como la prueba del azúcar, que trata de diagnosticar o descartar una posible diabetes gestacional. Para ello, se realizan 3 análisis de sangre: el primero en ayunas, a continuación la mujer tendrá que beber 50 ml de glucosa para que en el segundo y el tercer análisis se analice cómo reacciona su cuerpo a la hora y a las 2 horas de haber tomado el líquido. 

Esta prueba la podrá realizar tanto el ginecólogo como la matrona.

– Tercer trimestre

En la recta final del embarazo, se continúan realizando los controles ginecológicos centrándose  en los análisis de orina, en un seguimiento del peso del bebé y de la madre así como también el comienzo de la evaluación cardiotocográfica, más conocida como monitores (CTG, en alemán). 

CTG (Monitores). Imagen: Sharon Mccutcheon, Unsplash

En la semana 30 de embarazo, se propone a la embarazada vacunarse de la tosferina, así como también a la pareja. Con esta vacuna, no sólo la mamá estará protegida si no también el bebé después del parto. Antes de entrar a consulta, la mujer permanecerá 20-30 minutos en evaluación cardiotocográfica para analizar los latidos del corazón del bebé, sus movimientos y las contracciones uterinas.

Ya en consulta, se realizará el Triple Screening del tercer trimestre que comprobará las medidas y el peso del feto así como también la medición del cuello uterino y la posición del bebé y de la placenta.

Entre la semana 32-40 de embarazo se llevará a cabo bien por el ginecólogo o por la matrona un análisis de sangre para confirmar/descartar la Hepatitis-B. El resultado se presentará también en el hospital donde se vaya a dar a luz puesto que, en caso de tener un resultado positivo, deberían de vacunar al recién nacido inmediatamente.

Además, tendrá lugar también la prueba del estreptococo del grupo b (EGB). Se trata de un cultivo vagino-rectal para detectar la colonización de esta bacteria en la vagina que, al establecerse en la mujer, podría contagiar al recién nacido en su camino hacia en canal del parto. En caso de obtener un resultado positivo, se le suministrará a la mujer antibiótico durante el parto. Si éste fuera tan rápido que no diera tiempo a medicalizar a la mamá, el bebé recibiría un tratamiento de penicilina nada más nacer.

En la semana 35 de embarazo se fija la última cita ginecológica de la gestación. A partir de entonces, el seguimiento del embarazo se realizará cada 15 días en el ginecólogo de la embarazada o en el hospital donde se dará a luz (según las preferencias de la futura mamá). Además, la matrona (Hebamme, en alemán) acudirá semanalmente al domicilio de la mujer durante el último mes de gestación (en caso de ofrecer este servicio) para controlar el desarrollo del bebé y de la mamá y resolver las posibles dudas ante el inminente día del parto.

Si la mujer sobrepasara su fecha prevista de parto, algo bastante común en las mamás primerizas, el seguimiento se realizaría directamente en el hospital.

Estas serían las pruebas médicas que se realizan como seguimiento del embarazo en Alemania siempre y cuando se trate de una gestación sin complicaciones. Tras 9 meses (más o menos) de dulce espera, sólo queda esperar a que el bebé esté preparado para iniciar el camino hacia la vida fuera de mamá!