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Dar el pecho no sólo es sinónimo de alimento, sino también de amor, de apego, de seguridad, de complicidad. Un vínculo irrompible creado entre mamá y bebé durante los meses más frágiles de nuestro/a hijo/a. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva hasta, mínimo, los primeros 6 meses del bebé siempre y cuando no existan complicaciones ni para mamá ni para bebé. Pero la lactancia materna tiene, naturalmente, fecha de caducidad. Ese final, bien sea guiado por el deseo de la mamá o del niño, se le conoce como destete. Consejos sobre cómo llevarlo a cabo, duración y más detalles sobre el final de la lactancia materna lo vemos a continuación.

Imagen: Unsplash

Aunque fisiológicamente los pechos de la mujer son creados para cumplir con la función vital de amamantar, llega un momento en que la mamá o el bebé deciden interrumpir y finalizar la lactancia materna.

El destete es la sustitución de la lactancia materna por otros alimentos y se produce, en la mayoría de los casos, de forma gradual: se empieza eliminando algunas tomas y aumentando la ingesta de otros alimentos hasta interrumpir completamente con la lactancia materna.

La decisión de destetar es única y exclusivamente de los dos protagonistas: mamá y bebé y no existe un momento determinado ni óptimo para ello. Si es el niño quien ya no muestra interés por seguir con la lactancia (destete natural), el proceso será más sencillo, aunque para la mamá podrá ocasionar algún altibajo emocional si ella, en cambio, sí deseaba continuar.

En el caso de que sea mamá quien inicie la acción del destete, deberemos tener en cuenta los siguientes factores que nos recomienda la asesora de lactancia, Ilse Posada:

Ilse Posada, asesora de lactancia

1.- Estar convencidas de querer hacerlo y haberlo meditado con antelación.

2.- La edad del bebé: cuanto más pequeño, más sencillo (que no significa lo más adecuado). “Un destete antes del año es considerado destete prematuro y debe consultarse previamente con el pediatra”, añade Posada. Entre el año y los 2 años es lo más difícil.

3.- Contar con apoyo de alguien cercano: ellos formarán parte importante del destete.

4.- El bebé necesita estabilidad emocional: “es recomendable que no existan cambios próximos en su vida como empezar la escuela infantil, un nuevo/a hermanito/a, mudanza, etc”, apunta Ilse.

En ambas situaciones, sea quien fuere quien desee el destete deberá ser respetado por la otra parte.

No existe tampoco una regla firme sobre la duración del destete siempre y cuando éste sea respetuoso.

  • Qué es un destete respetuoso?
Imagen: Unsplash

Un destete respetuoso implica realizarlo lo más lento posible, advirtiendo las reacciones del bebé a este cambio. “El destete lo quiere mamá y es dirigido por ella; al bebé le va a afectar emocionalmente y es ahí cuando atenderemos siempre a sus llantos, lo acariciaremos, le cantaremos, le seguiremos dando amor y cariño. El pecho no se lo debemos quitar de un día para otro, es un proceso gradual, se recomienda quitar una toma cada 3-4 días”, afirma nuestra asesora de lactancia.

En casos extremos, algunos de los impactos que puede tener el destete en nuestro bebé serían tales como “el retraso del habla o tartamudear (si el niño ya hablaba) o sufrir diarreas, vómitos, enfermarse constantemente, entre otros”, matiza Posada.

Un proceso emocional a gran escala, una nueva etapa para mamá y bebé. Con pecho o sin él, mamá seguirá dándole el amor más puro y verdadero que existe: el amor de una madre.

Por cierto, si necesitas realizar un taller sobre lactancia materna o recibir una asesoría con Ilse Posada, no dudes en contactar con ella en su página web o a través de su perfil de Instagram