El sol tiene una influencia inmensa en los seres vivos. En el ser humano condiciona su color de piel, su estado de ánimo, su carácter y, por supuesto, la elección del destino de vacaciones 😉 Además es el proveedor oficial de Vitamina D. Qué sucede pues en los países nórdicos o centroeuropeos donde existe una deficiencia de luz solar? Que la población tiene, por este motivo, un déficit de vitamina D: crucial para el fortalecimiento de los huesos.

Nada más terminar la segunda revisión médica, la U2 y coincidiendo con su tercer día de vida, el pediatra me recomendó suministrar a mi bebé con un suplemento de vitamina D a partir del séptimo día de vida y hasta, mínimo, cumplir un año.
La vitamina D es la encargada de suministrar al organismo el suficiente calcio y fosfato necesario para el correcto desarrollo de los huesos y el esqueleto humano. Una deficiencia de esta vitamina puede acarrear en enfermedades óseas tales como la osteoporosis o el raquitismo.
El cuerpo se beneficia de la vitamina D de tres formas diferentes:
1.- A través de la piel, gracias a la exposición solar.
2.- Con la ingesta de alimentos ricos en esta vitamina tales como las yemas de huevo, el pescado, la leche, los cereales y el hígado entre otros.
3.- Suplementos vitamínicos
Los recién nacidos, independientemente de si toman leche materna o de fórmula, no ingieren la suficiente cantidad de vitamina D que asegure el fortalecimiento de sus huesos y de sus futuros dientes. Además, una exposición directa al sol no es recomendable puesto que podría quemar su delicada piel. Y si a ello le añadimos que, en países centroeuropeos como Alemania, la luz solar es escasa en comparación con los países del sur de Europa o América Latina, una suplementación en vitamina D para los bebés tiene una connotación positiva para su desarrollo. Tiene bastante sentido.

Durante cuánto tiempo debe de tomar el bebé la vitamina D?
Va a depender de la época del año en la que nació: los niños nacidos en invierno la tomarán durante 1,5 años y los nacidos en verano durante el primer año.
El suplemento de vitamina D que nos recetó el doctor son pastillas. Para suministrarlas al bebé nos recomendó diluirlas en agua o con un poco de leche materna.
Sin duda, un aspecto muy importante a tener en cuenta y que desconocía por completo antes de ser mamá en Alemania!